No todas las empresas consiguen superar sus primeras etapas y sobrevivir, sin embargo, algunas, las menos, no solo sobreviven, sino que perduran por generaciones. Empresas que han tenido entre sus fundadores a los tatarabuelos de quienes ahora las dirigen, empresas que han visto pasar cambios sociales, guerras, crisis y siguen en pie como si fuera el primer día. Al estudiar la fórmula del éxito de estas empresas, uno de los elementos clave que subyace en sus trayectorias suele ser el de importante compromiso fuerte de los miembros de la familia fundadora con la continuidad de la operación de los negocios, sin la cual ninguna familia puede sobrevivir en el tiempo.