
La experiencia de cambiarte de casa y sentirte feliz
Siempre recuerdo a mi amigo Paco. Él era una de las mejores personas del mundo, dispuesto a echar una mano cuando fuera, dispuesto a dejarte dinero (e incluso ni se acordaba), un amigo dispuesto a estar en los malos momentos (que es cuando se ve a los amigos). Ahora bien, siempre tenía una frase en la boca: “llámame para lo