Las subvenciones ayudan a las empresas a seguir creciendo

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Muchas de las empresas de nuestro país están pasando por unos momentos realmente complicados y es que, en los últimos tiempos, la crisis derivada de la pandemia de la Covid-19 está haciendo que los ingresos de casi todas las empresas se vean reducidos. En este sentido, algunas de las compañías que poblaban nuestro territorio se han visto obligadas a echar el cierre mientras que otras sobreviven como pueden. Así, es en situaciones como esta, cuando las subvenciones públicas juegan un papel realmente fundamental para que las empresas sigan a flote, ya que de lo contrario perderíamos poder productivo, además de cientos de empleos.

Por ello, ahora que el gobierno se ha lanzado a intentar recuperar nuestra economía, aliados el que nosotros os recomendamos, NextAvalon Subvenciones, es vital para poder optar a todas las ayudas que el ejecutivo plantee. Pero no solo eso, sino que también nos servirá para conocer cuales de ellas son más ventajosas para nosotros, dado que algunas nos podrían repercutir negativamente a la hora de pagar los impuestos.

Y es que, como os decimos, una pyme o un autónomo pueden recibir muchos tipos de subvenciones y es que existen ayudas públicas de muchos tipos, siendo algunas de ellas las que consisten en préstamos a unos intereses y condiciones más ventajosas. Por el contrario, otras subvenciones, sin embargo, están asociadas a las unidades vendidas de una unidad de producción, ya sea esta un producto o un servicio. Del mismo modo, también existen subvenciones por contratar a un colectivo determinado, por ejemplo, personas con alguna minusvalía o ligadas a la conversión de contratos eventuales en fijos. Así, una vez tengamos memorizadas estas bases, lo cierto es que podemos hablar de dos grandes grupos de subvenciones: de capital y de explotación. Estas, de cara a su contabilización y tratamiento es importante distinguirlas, así que como os hemos dicho, hablaremos de dos tipos de subvenciones:

  • Subvenciones de capital. Se conceden básicamente para adquirir bienes o para gastos estructurales de la empresa.
  • Subvenciones de explotación. Son ayudas que se otorgan para compensar un déficit de explotación o la obtención de una rentabilidad demasiado pequeña o insuficiente.

Ahora que ya conocemos los dos tipos que hay, en este post desarrollaremos el primer tipo, o lo que es lo mismo, las subvenciones de capital. Así que, para empezar, ¿qué son las subvenciones de capital y cómo se contabilizan? Como hemos dicho, las subvenciones de capital se conceden para dos cosas:

  • Ayudar a una empresa a adquirir algún tipo de bien inmovilizado, por ejemplo, equipos de informática.
  • Financiar gastos estructurales relacionados con el establecimiento de la empresa, por ejemplo, acondicionar un local para la realización de una determinada actividad.

A nivel contable, las subvenciones de capital se contabilizan de un modo distinto si se trata de una subvención reintegrable o no reintegrable.

  • La subvención reintegrable. Se considera que una subvención es reintegrable cuando es necesario que en la empresa se den una serie de condiciones para que sea concedida. Si estas condiciones no se dan o dejan de producirse, el beneficiario estaría obligados a devolverlas. Por ejemplo: subvenciones para creación de empleo o mantenimiento del mismo, ayudas para poder establecerse como trabajador o profesional autónomo o subvenciones vinculadas al ejercicio de la actividad durante un periodo de tiempo mínimo. Las características de este tipo de subvenciones son:
  • En principio, las subvenciones que tengan carácter de reintegrables se contabilizan como pasivos de la empresa hasta que adquieran la condición de no reintegrables. Esto significa que figurarán como cantidades pendientes de devolución.
  • Una vez se hayan cumplido las condiciones establecidas, estas ayudas pasan a ser no reintegrables.
  • La subvención no reintegrable. Este tipo de devoluciones no tienen que ser devueltas por el usuario y se contabilizan de la siguiente forma:
  • En primer lugar, se contabilizan a modo de ingresos directamente imputados al patrimonio neto.
  • Después se trasladan a la cuenta de pérdidas y ganancias, relacionándose como gastos derivados de la subvención.
  • Si se trata de un elemento amortizable el resultado que se apunta es el mismo porcentaje de la subvención.
  • Si no existe amortización, el importe recibido de la subvención se tiene que imputar de manera íntegra.
  • Si por el contrario se trata de un elemento susceptible de amortización se aplicará una reducción del 40% de los rendimientos obtenidos a lo largo del tiempo.

¿Las subvenciones suponen realmente una oportunidad de futuro?

Las subvenciones suponen una gran oportunidad para empezar, consolidar o hacer crecer un negocio, establecerse como autónomo o poner en marcha una pyme. Así que vale la pena informarse adecuadamente sobre las mismas, asesorándose por un experto si es necesario.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp

Articulos relacionados

Las notarías, soluciones legales eficientes y confiables

El notario juega un papel decisivo en el sistema legal de cualquier país, actuando como la organización principal en una estructura legal para garantizar la prosperidad y la seguridad de los ciudadanos. Estas organizaciones son responsables no solo por la provisión de servicios legales básicos, sino también importantes para garantizar la certeza legal efectiva y apropiada de los procedimientos administrativos.

Transforma tu negocio con tecnología avanzada y soluciones a medida

La conversión digital ya no es una opción simple para convertirse en una necesidad inevitable de empresas que no solo intenten permanecer en el frente, sino también para garantizar su competitividad. El rápido desarrollo del mercado y los cambios en los hábitos de los consumidores han contribuido a sus pensamientos de estrategia, incluidas herramientas tecnológicas, lo que les permite optimizar

Scroll al inicio