“Que hablen de ti aunque sea para mal”. Una famosa frase que, siendo cierta, no estamos del todo de acuerdo con ella. Claro que queremos que hablen de nosotros, como empresa, pero en este caso queremos que sea para bien. Para mostrar todas nuestras virtudes, todos nuestros beneficios y para poder llegar a más personas. No somos de los que pensamos que hacer ruido beneficia, creemos que al final lo barato sale caro. Nosotros apostamos por hacer publicidad de la de toda la vida y de la moderna, una unión que en Trama Publicidad se ha conseguido y que nos dicen cómo puede ser.
Campaña de prensa
Aunque los números dicen que cada vez se lee menos prensa y más después del confinamiento, es cierto que es un medio que sigue teniendo mucha fuerza. Eso sí, muchas empresas se vuelven locas cada vez que te hablan de hacer una campaña en prensa. Es normal, las campañas de publicidad en prensa, ya sea impresa u online, poseen numerosos beneficios (duración, altos impactos, gran segmentación geográfica…) pero también exige conocer el medio. Para que una campaña de publicidad en prensa resulte rentable ha de estar bien planificada y estructurada. Hay que tener en cuenta la pieza gráfica, el mensaje, el público al que va dirigido, los soportes y medios donde aparecerá.
Folletos y catálogos
Seguimos todavía con la publicidad antigua, pero no pasada de moda. Hablamos del famoso diseño gráfico para díptico, triptico, cuadríptico, flyer, panfleto, encarte, fichas, octavillas. Algo que hace una década era esencial y que ahora sigue teniendo su fuerza. Un catálogo es un listado de productos descritos con detalle, el objetivo es informar o vender, el tamaño es más extenso que el de un folleto. Tienen información completa sobre el producto, imagen, descripción, incluso precio. Algo muy práctico y que sirve para crecer como empresa.
Publicidad exterior
Nos encantan esos anuncios que dicen “Has leído esto, pues miles de personas han hecho como tú” Y es cierto, porque la publicidad exterior es una de la más reclamadas. Es el medio idóneo para campañas con amplia cobertura o para segmentar nichos de mercados geográficamente. En este grupo podemos incluir las famosas campaña locales, en autobuses, taxis y marquesinas, campañas regionales con circuitos de vallas o campañas nacionales, en aeropuertos, vallas, metro de grandes ciudades etc. Y es que al final, es cierto, si tú lo has visto, miles de personas habrán hecho lo mismo. El street marketing o el marketing de guerrilla, se desarrolla en entornos urbanos fuera de los medios estándar, y esto hace que nos acerque más al consumidor con propuestas creativas y de mayor impacto.
Marketing digital
Y llegamos a la publicidad del siglo XXI. Ahora es el momento del marketing digital. Es el momento de tener presencia en Internet, de mejorar el posicionamiento SEO en los principales buscadores para cuando busquen nuestros productos, aumentar que cada vez más gente visite nuestra web. Todo ello con la intención de potenciar tu marca y promocionar productos o servicios. Es el momento de planificar poner en marcha campañas de posicionamiento web y marketing online. Algo que no está reñido con la publicidad clásica, lo que hay que saber es compaginar las dos.
Merchandising
Tampoco hay que olvidarse del famoso Merchandising. Todos tenemos bolis de publicidad, mecheros o tazas. Es una estrategia para fomentar la compra en puntos de venta, incrementar la demanda de ciertos productos o mejorar los resultados de tu negocio, que no pasa de moda. Aunque no es tan fácil de realizar. Hay que elaborar un plan de acción para que la disposición de tus productos y el punto de venta sean lo más rentables posibles.
Eventos
Para ser una marca hemos quedado que te tienes que mostrar y que mejor de hacerlo que con eventos. Tienes que organizar eventos aportando soluciones exclusivas en decoración, música en directo, conferenciantes, azafatas, animadores, tecnología, fotografía…para congresos, fiestas, aniversarios reuniones, seminarios. Estas acciones son las que posteriormente quedan en la retina de todos los clientes.
Empaquetado
Y no podemos descuidar nuestra propia imagen. Es curioso que apostemos por salir en todos los sitios, pero luego no cuidemos los pequeños detalles. Es decir, un buen pakaging tiene que hacer que el producto sea fácilmente identificable, fomentar la intención de compra, transmitir calidad, valor y precio. Vamos a estar dentro de los hogares de nuestros clientes y para ello tenemos que ponernos las mejores galas.
Con estos ingredientes vas a conseguir hacerte visible. Y sí, mejor hacerlo de esta manera que haciéndolo que los clientes hablen mal de nosotros.