El uso de la pizarra como material de construcción se remonta a los tiempos más ancestrales de nuestra civilización debido a sus importantes características, entre las que se pueden señalar su gran capacidad para dividirse en láminas, su impermeabilidad, su alta resistencia a los cambios de temperatura… Se trata de un material natural que actúa como aislante y permanece inalterable a lo largo del tiempo…, lo que la convierte en un elemento idóneo para ser utilizado en la cubrición de tejados, suelos, paredes, decoración, etc.
El sector de la pizarra sigue siendo uno de los sectores productivos donde las condiciones de trabajo son más duras, a pesar de los grandes avances en maquinaria y tecnología industrial. Desde el momento de su extracción hasta la elaboración y puesta en el mercado son varios los procesos por los que pasa. En primer lugar, como producto natural que es, se procede a la extracción de enormes bloques de pizarra de la propia naturaleza mediante voladuras, tarea realizada por los trabajadores en una cantera a cielo abierto. En segundo lugar, se procede en naves industriales a la elaboración o transformación de la pizarra en el formato deseado para su posterior comercialización.
En España, los principales yacimientos se encuentran en Galicia y León. Es de aquí de donde Pizarras y Derivados se nutre, dada la excelente calidad del producto, para la comercialización y distribución de pizarras para tejados, suelos y exteriores, que gracias a un sistema de transporte ágil y eficaz exporta a más de 20 países, rigiéndose por las normas de calidad en vigor de cada país donde se comercializa.
Desde la llegada de los grandes bloques de pizarra a las naves de elaboración, los principales puestos de trabajo que se encargan de su tratamiento son:
- Encargado de la nave de elaboración. Es el responsable de la organización, control y dirección de la ejecución de todo el trabajo, por lo que debe conocer todas y cada una de las áreas de trabajo y los riesgos que implican.
- Operario de puente grúa. Es el encargado de manipular y transportar con la grúa los grandes bloques de pizarra que traen los camiones procedentes de la cantera hasta la zona de serrado de la nave.
- La función de este trabajador consiste en la reducción de tamaño de los grandes bloques de pizarra mediante herramientas como el martillo neumático, exfoliadoras neumáticas…
- Su función es el manejo de sierras de corte para modificar y generar unos bloques de pizarra regulares y del tamaño comercial solicitado. Tanto en este paso como en el anterior, la pizarra manipulada debe ser mojada para minimizar la formación del peligroso polvo de sílice, muy perjudicial para la salud de los trabajadores.
- Es uno de los puestos más valorados y que exige personal cualificado, ya que su trabajo se realiza de forma totalmente manual. Su función es manipular los bloques de pizarra que le llegan de unos 15 o 20 kg de peso y exfoliarlos ayudado por un martillo y un cincel hasta dejarlos convertidos en unas finas láminas de pizarra.
- En la actualidad este trabajo está totalmente mecanizado, sin embargo, el trabajador deberá alimentar con las láminas de pizarra la maquinaria de corte y comprobar su calidad de una en una, así como programar la maquinaria con las medidas de corte deseadas. Los formatos más habituales para los cortes de pizarra son rectangular, redondeada, ojival o pico pala, rombo y hexagonal. Otros cortes más especiales o sobre encargo pueden ser cuadrada, octogonal o a granel.
- Su función es introducir, ayudados por unas mazas de goma, las piezas ya cortadas en jaulas o palés para su comercialización. Es un trabajo muy repetitivo. Estos palés son finalmente transportados por carretillas hasta el almacén donde quedan almacenados hasta su posterior venta.
España lidera el ranking de la pizarra
España ocupa el primer lugar en el ranking mundial de países productores de pizarra. Su alta calidad, sus precios competitivos y la gran experiencia de sus profesionales hacen que su exportación se sitúe en el 95 % de su producción. La Comunidad Autónoma de Galicia extrae el 60 % de la producción nacional, generando unos 2.500 puestos de trabajo directos y unos 10.000 indirectos, distribuidos en 42 empresas que participan en la Asociación Galega de Pizarristas. Las explotaciones pizarreras se localizan principalmente en la comarca ourensana de Valdeorras, donde tiene su principal fuente de actividad industrial y económica, generando alrededor del 26% del PIB de la comarca y asumiendo el papel de referente e impulsor económico de la comarca.