Que el destinatario reciba tu mercancía reporte algún tipo de perdida, daño o avería es de las peores cosas que le puede pasar a tu empresa, ya que deberás buscar la manera de responder ante el fallo (teniendo que hacer una mayor inversión en ello) de forma de salvar tu reputación ante tus clientes. Si es verdad que si contratamos una buena empresa de transporte de mercancías, el riesgo de que esto suceda es mucho menor, igual nadie está exento de algún imprevisto en nuestra contra, por lo que es bueno conocer la situación a fondo y que puede hacerse en estos casos.
Para ayudarte, hemos consultado con el equipo de transportes internacionales de All Scand Cargo y aquí te contamos todo lo que necesitas saber para salir airoso de este percance.
El trasfondo del problema
La carga ha llegado con algún desperfecto a su puto de destino. Inmediatamente pensamos en que algo debió haber sucedido durante el transporte de la carga; sin embargo, esto no es lo único que pudo haber pasado. Muchas veces también tiene que ver con la actividad de producción o fabricación Veamos ambos escenarios.
Cuando ciertos productos son fabricados en masa podría suceder que alguno presente algún desperfecto originado durante dichas actividades y que se pase por alto por los sistemas de revisión, quedando así empacado para llegar a las manos del cliente.
No obstante, si la empresa tiene unos buenos sistemas de comprobación de calidad, lo más seguro es que, después de haber salido en condiciones optimas de la fábrica, haya sufrido un daño durante el transporte; ya sea por algún contratiempo en el camino, un error en logística o por ciertas características delicadas del producto.
Por eso, siempre se recomienda a las empresas que contraten un seguro para su carga al momento de transportarla, de forma que tengan un aliado frente a circunstancias de daños o perdidas.
Tipología de daños y/o defectos que puede sufrir un producto
Como dijimos anteriormente, el producto puede sufrir daños al momento de su fabricación o durante su transporte.
El tipo de daños que puede sufrir una mercancía desde la fabrica son los siguientes:
- Defectos de fabricación: es cuando el producto no cumple con los estándares pretendidos para el mismo.
- Defectos de diseño: los relacionados a la configuración, a la concepción o estructura del producto.
- Defectos de información: esto se refiere a esos productos en cuya descripción o instrucciones se ha omitido alguna información importante, por ejemplo sobre su uso o sus riesgos, y por lo tanto el cliente, al no contar con dicha información, no podría actuar de la forma correcta para evitar un accidente, o incluso, no tuvo la oportunidad de decidir no adquirilo en un primer lugar.
Así, este tipo de desperfectos pueden llevar a que el cliente sufra daños importantes, como lesiones físicas, una enfermedad, etc.
En el segundo caso, en el que el daño se produzca durante el transporte de la mercancía, los tipos de defectos son: la mercancía puede no coincidir la cantidad solicitada, el producto puede no haber sido solicitado por el cliente, puede ser un producto o servicio no operativo, el producto puede estar caducado, puede llegar por duplicado, y otros similares.
¿En quien recae la responsabilidad?
Lo primero que hay que hacer en el caso de recibir una mercancía defectuosa es identificar las causas y por lo tanto el responsable de dicha incidencia, de esta manera sabremos a quien dirigirnos para recibir una compensación.
En estos caos, tanto productores como transportistas pueden quedar exonerados de responsabilidad alguna bajo las siguientes causas:
- Los productores quedan exonerados de toda responsabilidad si prueban que:
- No habían puesto en circulación el producto.
- El defecto no existía en el momento en que se puso en circulación.
- El producto no había sido fabricado para la venta y que no había sido fabricado, importado, suministrado o distribuido dentro de una actividad profesional o empresarial.
- El defecto se debió a que el producto fue elaborado conforme a normas imperativas existentes.
- El estado de los conocimientos científicos y técnicos existentes en el momento de la puesta en circulación no permitían apreciar la existencia del efecto, lo cual se conoce como riesgo de desarrollo. En otras palabras, el productor no era capaz de reconocer las fallas en el producto con las herramientas con las que contaba en ese momento, como por ejemplo, un medicamento que tenia efectos secundarios no indicados en la etiqueta, justamente porque no se habían descubierto en ningún estudio medico hasta el momento.
- Causas de exoneración de responsabilidad de los transportistas.
Así, pensarás que entonces la responsabilidad recae necesariamente en el transportista, pero igualmente, esta figura puede exonerarse de las mismas si: consigue probar que la avería o defecto han sido ocasionados por culpa del cargador o del destinatario, por una instrucción de éstos no motivada por una acción negligente del porteador, por vicio propio de las mercancías o por circunstancias que el porteador no pudo evitar y cuyas consecuencias no pudo impedir.
¿Cómo proceder cuando se recibe una mercancía con defectos?
En el momento en que el destinatario se da cuenta que su producto tiene un desperfecto, deberá iniciar lo antes posible una serie de tramites para recibir la compensación correspondiente, los cuales deben ser dirigidos hacia el responsable del desperfecto y deben realizarse dentro de los plazos contemplados por ley para esas circunstancias. El proceso es como sigue:
- Debe emitirse por parte del receptor una carta de reclamación al transportista, incluyendo a todos las figuras que intervienen en el proceso:
- El mismo día si los daños son aparentes
- En el plazo de 3 días si no lo son
- Además, es recomendable dejar la mercancía sin desembalar o sin descargar del contenedor para que se pueda constatar que el receptor no ha utilizado la mercancía y ocasionado el daño el mismo.
- Verificación del daño:
- Dar aviso a la compañía aseguradora (de aquí la importancia de haber contratado el seguro) para que esta envíe un perito que investigue las causas.
- Cuando se conozca la fecha del peritaje, informar a las partes implicadas para que el proceso de evaluación de los daños sea totalmente transparente.
- Informar al cargador del daño
- Se asumen la obligación de minimizar el daño que busca el aprovechamiento de la mercancía dañada dentro de lo posible para reducir los costes del incidente.
- Emisión del informe pericial
- Recaudar y presentar los documentos necesarios para la reclamación a la compañía aseguradora, los cuales son:
- Certificado de Seguro
- BL
- Factura comercial
- Informe pericial
- Carta de reclamación y protestas
- Facturas de porte y fletes
- Certificado de destrucción (en caso de pérdida total)
Asimismo, en esta fase se debe detallar a quien se ha de pagar por el siniestro y la cantidad a indemnizar, la cual suele ser el valor de la mercancía o pérdida sin incluir perjuicios indirectos, tales como gastos de destrucción, almacenajes, o cualquier gasto extra al valor de la mercancía.
Cabe acotar que, por lo general, el límite de indemnización por avería o defecto es limitada a un valor equivalente a un tercio del indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) diario por cada kilogramo de peso bruto de mercancía averiada o defectuosa.
Sin embargo, te tenemos que recordar que llevar a cabo este proceso no es una garantía de recibir la compensación por el desperfecto. Este proceso es un aliado legal para probar el incidente y favorecer una solución adecuada al mismo, pero igualmente, deberá pasar por una evaluación de parte del seguro en la que al final se determinará quien es el responsable y cual será el procedimiento a seguir.
¿Qué dice la ley?
Volvemos a insistir en la importancia de haber contratado un seguro de mercancías que cubra el valor de la carga, no solo porque es la garantía que protege al transportista y la mercancía durante las actividades de traslado, sino porque también les ampara ante la ley.
Según esta, el transportista responsable del vehículo con la carga será quien deba responder ante los desperfectos que esta pueda sufrir durante su movilización y hasta la entrega en el punto de recepción, por lo que el seguro será la única forma de responder ante el incidente.
Igualmente, también se recomienda contar con un seguro de responsabilidad civil, tanto por quien produce el producto, como por quien lo va a transportar.
No obstante, este se trata de un incidente muy complejo en donde interviene muchas partes y leyes distintas, por lo que te invitamos a conocer la situación más a fondo recurriendo a las diferentes normativas que lo regulan, a ser las siguientes:
- Real Decreto 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General para la defensa de los consumidores y usuarios y otras leyes complementarias.
- Ley 15/2009, de 15 de Noviembre del contrato de transporte terrestre de mercancías.
- Régimen supletorio de responsabilidad del Código Civil.
- Legislación mercantil.