No todas las empresas consiguen superar sus primeras etapas y sobrevivir, sin embargo, algunas, las menos, no solo sobreviven, sino que perduran por generaciones.
Empresas que han tenido entre sus fundadores a los tatarabuelos de quienes ahora las dirigen, empresas que han visto pasar cambios sociales, guerras, crisis y siguen en pie como si fuera el primer día.
Al estudiar la fórmula del éxito de estas empresas, uno de los elementos clave que subyace en sus trayectorias suele ser el de importante compromiso fuerte de los miembros de la familia fundadora con la continuidad de la operación de los negocios, sin la cual ninguna familia puede sobrevivir en el tiempo.
El segundo está en el espíritu de la dedicación de los negocios a los grupos interesados, incluyendo, pero no limitado a los clientes y la comunidad.
De acuerdo con las investigaciones, en Japón, de manera más clara que en otros países, estas dos se han preservado por siglos por su tradición cultural, social e histórica.
Así es, las empresas niponas son algunas de las más longevas del mundo y, una de sus características es su carácter familiar.
Pizarras y Derivados, Longevidad en el Sector de Comercialización y Distribución de Pizarras
Si bien, en nuestro país también tenemos ejemplos de este tipo de empresas como es el caso de Pizarras y Derivados SL es una empresa española especializada en la comercialización y distribución de pizarras para tejados, suelos y exteriores.
Desde hace más de 3 generaciones, esta familia se beneficia de una gran experiencia en este sector, así como también de una profesionalidad indiscutible.
Michel Bernard, abuelo de quien es hoy en día propietario de la empresa, era de profesión instalador de pizarra, y de aquella creó una empresa de cubiertas de pizarra en su ciudad natal Quimper en la Bretaña francesa.
En aquella época, mi abuelo tenía como principal proveedor de pizarra, la empresa Les Ardoisières de Trélazé, y más tarde Cupa Pizarras.
Rápidamente, gracias a su labor y profesionalidad, la empresa Bernard se convirtió, en la mejor y más valorada de su región.
La clientela más exigente, como los tejados más complicados y técnicos, fueron siempre sus mayores retos.
La empresa Bernard fue homologada por el Ministerio de cultura para la Conservación y Restauración de Monumentos Históricos del patrimonio Nacional Francés y siempre estuvo a la altura de su cometido.
Después de varios años de colaboración en la arquitectura, su hijo, y padre de su actual dueño Miguel Lasheras en compañía de su compañera, Marie Louise Bernard toman la dirección de la empresa de Bernard Couverture.
En 1.976 Miguel Lasheras decide enfocar la actividad de la empresa a la importación y comercialización de pizarra española.
En el año 1.992, la empresa familiar invierte en la producción pizarrera en Galicia y de hecho desplaza su sede social a España.
En total tres generaciones que vieron nacer y desarrollarse una empresa claramente consolidada desde Bretaña hasta Galicia, todo un viaje lleno de anécdotas, historias y mucho compromiso, todo ello con la pizarra como hilo conductor de una historia que perdura en el tiempo y viste los tejados de muchos hogares.