Estamos en el siglo XXI y no cabe la menor duda de que hay muchísimas cosas que han cambiado en el entorno empresarial de un tiempo a esta parte, especialmente desde el siglo pasado. Una de las cosas más importantes en este sentido y en la que nos vamos a detener a lo largo de todo este artículo es en las personas que tienen responsabilidad y un equipo a su cargo: los jefes. Se trata de una persona que tiene su importancia dentro de la empresa, por supuesto, porque de la gestión que haga de los recursos de su sección o departamento va a depender el éxito que se tenga en los distintos proyectos en los que se está trabajando.
Un jefe en la actualidad ya no tiene nada que ver con lo que era un jefe en el siglo pasado. Podríamos decir que el perfil que se busca ahora para dirigir un departamento tiene más que ver con el hecho de ser un líder que con el de ser un jefe tradicional. Digamos que esa persona ya no se dedica a mandar, sino a ayudar y ofrecer su experiencia al resto de sus colaboradores. Eso es elemental y puede hacer que aspectos como la confianza o la asertividad se instalen en un departamento, consiguiendo de ese modo que cualquier actividad que se realice tenga un resultado mucho mejor de lo que quizá estábamos esperando.
¿Qué es lo que define a un buen jefe? La verdad es que hay un montón de cosas de las que podemos hablar en este sentido. En una información publicada en la página web del diario El Confidencial, se habla de esos rasgos que caracterizan a un buen jefe y que son los que siguen a continuación:
- Mantener la calma bajo presión. Es algo que no resulta nada fácil aunque creamos que sí.
- Hay que fomentar relaciones basadas en la confianza. Sin confianza, no puede generarse un buen ambiente de trabajo.
- Hay que hacer sentir valoradas a las personas que están junto a nosotros.
- Decidir con firmeza es algo que se aprende y que se valora mucho cuando se es responsable.
- Como no podía ser de otra manera, un jefe debe conseguir que se cumplan los objetivos.
En otra información, en este caso publicada en la web del Observatorio de Recursos Humanos, se comentan cuáles son los 12 aspectos clave del jefe para generar confianza entre sus empleados, algunos de los cuales son los que vamos a citar a continuación:
- Predicar con el ejemplo. Si pides compromiso, lo lógico es que tú también lo tengas.
- Cumplir con tus promesas es algo que necesitas para ganar credibilidad. Si no es así, no solo no vas a ganarte la confianza de tu gente, sino que, encima, te van a odiar.
- Confía en tu equipo. Si no es así, lo van a percibir y te van a devolver la desconfianza.
- Escucha siempre y no contribuyas a expandir chismes.
- Antepón el éxito del departamento que diriges a tu próximo éxito. Eso hará que no solamente seas un jefe, sino que también seas un líder. Y un líder está mejor valorado siempre que un jefe.
Pero un jefe (o líder) debe tener en cuenta muchas más cosas de las que os hemos comentado hasta ahora. Hay un aspecto que no se nos puede pasar por alto en relación a este tema y que tiene que ver con la imagen personal. El cómo viste o el cuidado de su cuerpo también son factores que juegan su importancia en este cometido y las personas que quieren estar a la cabeza de un determinado grupo de personas saben que su éxito va a depender en buena medida de lo que estamos comentando ahora mismo. Por tanto, hay que tener claras algunas acciones concretas que se deben tomar en este sentido si nos encontramos en una situación como esa.
Una de las cosas en las que debemos incidir en ese punto tiene que ver con los dientes. Estamos hablando de una de las zonas del cuerpo en las que primero nos fijamos cuando conocemos a alguien. Si la sonrisa que tenemos delante está bien cuidada, mostraremos más respeto por su propietario. Pero, si no es así y la sonrisa presenta algún defecto, seguro que la imagen que nos vamos a crear de esa persona no va a ser la mejor. Y eso va a influir a la hora de que confiemos en ese líder o jefe y que, por ende, todas las actividades que llevemos a cabo tengan el éxito que deseamos.
Pero lo más importante que tiene para un líder el hecho de cuidar de su sonrisa y de su salud dental es que potencia su autoestima. ¿Qué creéis que aportaría un jefe o líder que no tuviera autoestima? Seguramente, no tendría la capacidad de dirigir a ningún equipo de personas. Precisamente de esa relación entre salud dental y autoestima nos han hablado desde Hq Tenerife, una clínica dental experta en estética dental en Tenerife que no solo se ofrecen tratamientos de todo tipo, sino en la que también se apuesta por cuidados postratamiento que son iguales de importantes que los tratamientos en sí para garantizar la comodidad y la seguridad del paciente. Vamos a ver algunas de las cosas que nos han dicho estos profesionales en relación a esa conexión que existe entre la salud dental y la autoestima, especialmente vista desde el plano de una persona que cuenta con un equipo de gente a su cargo.
Hablarás de una manera más calmada
Cuando una persona sabe que su imagen física es la mejor posible, habla de una manera más calmada, más tranquila, más segura de sí misma. Transmitir esa calma y seguridad es importante para que los empleados que tenemos a nuestro cargo se sientan lo suficientemente cómodos en su puesto de trabajo como para hacer las cosas bien. Y es que las cosas se hacen mal cuando hay nervios, prisas, intranquilidad. Un jefe o líder tiene que saberlo y transmitir esa calma con su sola presencia. Si él mismo no tiene nada de lo que avergonzarse en lo que respecta a su salud dental, va a conseguir cumplir con ese cometido.
Tendrás más confianza para liderar nuevos proyectos
Un jefe o líder tiene que demostrar que es una persona echada para adelante en lo que tiene que ver con la ejecución de nuevos proyectos. Y eso solo es posible si se confía en uno mismo. Si no se tiene esa confianza por cualquier motivo (entre los cuales se sitúa nuestro plano físico) seremos mucho más reticentes a asumir ese liderazgo del que estamos hablando. Y eso se nota. Si los empleados saben que su jefe es una persona abierta a los cambios y que se plantea siempre nuevas metas, es seguro que van a tomar ejemplo y a intentar demostrar que ellos viajan en su mismo barco. En caso de que la situación sea la contraria, todos sabemos los riesgos que se corren: la relajación en el puesto de trabajo gobernará las 40 horas de trabajo de cada semana.
Tu gente seguirá tus pasos
Aunque es verdad que los profesionales de la odontología que nos han comentado todas estas cosas nos dicen que esa mejora de la autoestima será tomada en cuenta y seguida por los demás miembros de su familia, la verdad es que esto también nos vale para el resto de personas que componen nuestro equipo. Si tenemos esa actitud y esa confianza en nosotros mismos, la gente que trabaja para nosotros tendrá exactamente las mismas ganas que nosotros de tener autoestima y sortear todos los impedimentos que se nos pongan por delante a la hora de desarrollar nuestro puesto de trabajo.
La inseguridad de tu apariencia ya no te va a cohibir
Nada ni nadie debe cohibirnos. Y tenemos que decir que, en la sociedad actual, hay muchas cosas que nos pueden cohibir si no tenemos la autoestima de la que estamos hablando. La apariencia que se desprende de nuestro cuerpo puede ser una de esas cosas. Muchas veces, esto tiene que ver con la seguridad psicológica que tengamos. Siempre va a haber algo de nosotros mismos que quizá nos genere alguna duda, pero la verdad es que hay maneras de combatirlo. Podemos cambiar determinadas cosas en nuestro cuerpo y conducta y restarle importancia a otros asuntos que nos puedan parecer menores. Eso sí: tened cuidado con lo que consideráis menos importante en este caso, porque puede no serlo.
Controlar todo lo que tenga que ver con estas cuestiones va a ser importante para desenvolvernos en nuestro puesto de trabajo. Y tened en cuenta que hay muchas cosas que la gente nos va a valorar si tenemos criterio, lealtad, voluntad de liderazgo y una buena apariencia. Vosotros mismos os vais a valorar a vosotros mismos también. Hay una diferencia muy grande entre ser una persona chula y presumida y otra que se valora a sí misma y que tiene esa autoestima que es necesaria para liderar equipos. En el caso de la segunda, hay muchísimas posibilidades de que cumpla con sus objetivos de desarrollo profesional.