Llevamos bastante tiempo en España admitiendo que somos un país de servicios. Y es cierto que es así, sobre todo a causa de la gran importancia que se le atribuye al turismo en el interior de nuestras fronteras. En ese sentido, hemos trabajado muy bien y nos ha valido para que seamos considerados uno de los mejores países del mundo en lo que tiene que ver con sol, playa, historia y gastronomía. Millones de personas nos visitan cada año como resultado y, lógicamente, eso exige que el sector servicios sea grande. Si no, es imposible poder ofrecer todo aquello que nos hace ser un país de referencia.
Todo eso nos ha hecho olvidar algunas cosas. Nos ha hecho olvidar, por poner solo un ejemplo, la importancia que tiene la industria para el desarrollo económico de un país. Como consecuencia, España ha perdido músculo en todo lo que respecta a este punto… y nos hemos equivocado. Hay menos fábricas que antes de la crisis económica que surgió en el año 2008 y los países de nuestra competencia, o algunos de ellos al menos, han dado un pasito hacia delante. ¿Qué ha pasado entonces? Que está dejando de entrar un dinero y una producción que eran interesantes y que nos proporcionaban ventajas competitivas sobre nuestros socios europeos.
Conviene recordar que, según los datos registrados por el portal web Statista, la población española y activa que estaba dedicada a la industria era poco más del 20% (la del sector servicios superaba el 75%) en el año 2019. En el año 2007, era el 29% de la gente la que se desempeñaba en el sector industrial. Hemos perdido peso en ese sentido y estamos cometiendo el error de poner todos los huevos en la misma cesta. Nunca ha de descuidarse la industria en un país y en España parece que cada vez vamos a peor en ese sentido.
Hasta ahora, todo parecer malas noticias, pero os tenemos que decir que, aunque los datos que os hemos trasladado hasta ahora no resultan nada alentadores, sí que es verdad que hay un aspecto positivo que hay que poner en valor. Ese aspecto es el que nos dice que ha aumentado de un modo sustancial la seguridad en el trabajo de todas aquellas personas que tienen algo que ver con el sector industrial. Era una demanda de los sindicatos de ese sector desde hace tiempo y vemos cómo poco a poco se está viendo cumplida en todos los centros de trabajo.
Uno de los motivos por los que se ha producido un aumento de la seguridad en todas las fábricas españolas es que las empresas que las regentan han decidido dar un paso al frente y apostar firmemente por ello, elevando los presupuestos dedicados a la seguridad de sus empleados. Eso es lo que nos cuentan desde Tecnocepillo, donde se ha registrado un aumento de las ventas de cepillos industriales, sobre todo en estos cepillos para limpiar chimeneas. Y es que ya sabéis que todo lo que tenga que ver con una mejora de la limpieza implica un aumento de la seguridad del trabajador. Era necesario que se produjera este avance y nos alegramos profundamente de que se haya hecho realidad. Habla muy bien de la industria de este país.
Una cuestión que favorece la eficiencia
Hemos dicho que un país no debe descuidar un sector como el industrial y ahora vamos a ir un poco más allá: un país no debe descuidar tampoco la eficiencia de su sistema industrial y la de las personas que lo componen. Por ese motivo, consideramos que es una buena decisión el haber fomentado el aumento de presupuestos en seguridad laboral en estos entornos. Cuanta más seguridad, más eficiencia. Es algo que se ha demostrado en sobradas ocasiones.
Además de todo lo que acabamos de apuntar, es preciso indicar que la seguridad en el trabajo también tiene una repercusión sobre la felicidad de las plantillas, que también, a su vez, genera un impacto sobre la eficacia y la eficiencia en el trabajo. Un empleado seguro es eficiente. Un empleado seguro y feliz, además, es doblemente eficiente. Y los emprendedores lo saben. Y en la industria se requiere de trabajadores que estén seguros, que sean felices en su trabajo y que, por tanto, tengan todos los elementos para ser eficientes.
Esperamos que la industria española revierta la situación en la que está sumida desde hace varios años y que gane peso. La economía de este país lo notará. Una industria que sea más grande y que haya demostrado, como lo viene haciendo, que es segura para todas las personas que se dedican a ella, tiene un margen de crecimiento muy grande. Otros países de nuestro entorno (véase el caso de Alemania) son verdaderos expertos en esta materia. ¿Por qué no íbamos a poder nosotros equipararnos a ellos?