Vivimos unos días en los que lo normal es estar de vacaciones. En efecto, el mes de agosto no es para otra cosa. Aunque es cierto que son muchas las personas que no disponen de todo el mes para disfrutar, la verdad es que un porcentaje importante de la población española dispone de al menos un par de semanas para desconectar, olvidarse de la rutina y descansar de cara a la llegada de un nuevo ejercicio laboral.
Las vacaciones, que normalmente se conciben como un periodo ocioso, deben ser consideradas y vistas por la sociedad como una verdadera necesidad. Una persona necesita descansos prolongados no solo para mantener su mente sana, sino para ser feliz. Tan simple como eso. Y es que tener un mes de vacaciones es el motivo por el cual muchos y muchas trabajan con optimismo, con ilusión y con la mejor de las intenciones.
Un artículo publicado en el diario Expansión el 31 de julio del año pasado aseguraba que un trabajador necesita, al menos, un par de semanas de vacaciones. No obstante, en el escrito se afirma, con toda la razón del mundo, que uno de los debates de los últimos tiempos tiene que ver con la duración de esas vacaciones, que en muchos casos necesitan ser mayores para que la desconexión sea real y verdadera y para que el descanso sea mucho más profundo. Y es que el artículo es claro: para ser feliz se necesita tener una vida fuera de la oficina.
A pesar de lo que acabamos de comentar, existe otro debate en torno a la pregunta de si es posible marcharse de vacaciones sin tener preocupaciones. Ese es el debate que se pone de manifiesto en un artículo publicado en la página web Sabemos.es, que trata de exculpar a los trabajadores de la culpa que algunos de ellos sufren como consecuencia de ejercer su legítimo derecho a irse de vacaciones. El artículo hace incidencia en que descansar de una manera adecuada mejora de una manera bastante importante la vida laboral.
Cuando hablamos de trabajadores, nos referimos no solo a los empleados, sino también a los jefes y responsables. Ellos y ellas también son personas y, como tales, necesitan de un tiempo de descanso que les permita reponer fuerzas y volver con todas las fuerzas y las pilas cargadas para afrontar nuevas experiencias, nuevos retos y conseguir los objetivos que son de obligado cumplimiento para el correcto funcionamiento de la compañía.
La costa mediterránea, la más solicitado para unos y otros
Puede llegar a pensarse que las vacaciones de un responsable o jefe y las de un empleado o asalariado no tienen nada que ver, pero lo cierto es que pueden llegar a parecerse más de lo que uno piensa. Tanto es así que, tanto en unos casos como en otros, las vacaciones preferidas tienen lugar en algún lugar de la costa mediterránea, según han afirmado los profesionales de una entidad como el Mercer Hotel Boria Barcelona, encargados de realizar un estudio al respecto.
La costa mediterránea es, sin lugar a dudas, el anestésico preferido de un montón de gente para olvidarse de la rutina. El turismo de sol y playa permite enterrar cualquier preocupación relacionada con el trabajo y ese es el motivo por el cual tiene tanto éxito entre los españoles que, ya sean responsables de algún departamento o simplemente asalariados, desean aprovechar al 100% sus vacaciones de verano, que sin duda constituyen el momento de mayor felicidad y de más tranquilidad de todo el año.
Seguro que durante este mes de agosto muchos empleados coinciden con muchos jefes. Ellos, que seguramente no se conocen entre sí, tienen elecciones idénticas en lo que respecta a la conveniencia de unas vacaciones y todo lo que ello implica de cara a la felicidad propia y de sus familias. Ciudades como Barcelona, como Lloret de Mar, Salou, Benidorm, Torrevieja, Denia, Gandía, Guardamar del Segura… vivirán situaciones como estas durante estos días. Situaciones que se repiten año a año y que son mucho más habituales de lo que nos podemos llegar a pensar. Es el momento de disfrutar, con independencia de la posición que cada uno ocupe en su empresa. Disfrutar ahora para trabajar duro después… y progresar.