El acoso laboral o mobbing consiste en una acción dirigida a causar miedo, inseguridad o desánimo en un trabajador o trabajadora. Esa violencia psicológica injustificada a través de actos negativos y hostiles se produce a diferentes niveles, pudiendo ser:
- Acoso horizontal entre compañeros dentro del trabajo, entre los compañeros o fuera del trabajo por parte de otras personas.
- Acoso de los subalternos, en sentido vertical ascendente o de los superiores, en sentido vertical descendente, también llamado bossing.
Este acoso es llevado a cabo por sistema y puede durar mucho tiempo, llegando a producirse, incluso, agresiones físicas. Como consecuencia, el afectado llega a sufrir distintos problemas psicológicos, que en ocasiones terminan en suicidio.
La víctima, adquiere esta condición desde el momento en que sus hostigadores lo sienten como una amenaza, y por lo tanto, para acabar con su entereza emocional y conseguir que abandone su puesto de trabajo, comienzan a intimidarle y a tratar de fastidiarle la vida lo máximo que pueda. La envidia, los celos, el ansia de poder, de dinero o de status social, provocan a menudo este tipo de acciones.
El término mobbing proviene de la etología, ciencia que estudia el comportamiento de los animales, sobre todo del campo de la ornitología, donde los animales, para defenderse acosan, entre varios, a un enemigo común, y normalmente más grande, lo que suele acabar con la huida, o con la muerte del animal acosado.
Este fenómeno comienza a investigarse en la década de los 80, siendo el científico sueco Heinz Leymann. Otros referentes en este campo son la francesa Marie-France Hirigoyen y el español Iñaki Piñuel y Zabala.
¿Sabes que entre el 10 y el 15 % del total de los trabajadores en activo sufren acaso laboral?
Qué hacer ante una situación de acoso
El trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el fin de desestabilizarla psicológicamente, lleva con frecuencia a la misma, a sufrir estrés, ansiedad o depresión, ya que, la sutileza del acoso, favorece su invisibilidad, y el afectado pasa a ser visto por los demás, como hecho, un incompetente, improductivo o problemático. El acosador raramente deja huellas de su acción hostil.
¿Cómo saber si una persona está sufriendo mobbing?
Si algunas ves has pronunciado o pensado lo siguiente: me hacen la vida imposible para que me vaya, no aguanto más en mi trabajo, no sé qué hacer para que me dejen en paz en mi trabajo, soy incapaz de reaccionar, no me quieren en mi trabajo, me aíslan, por qué me pasa esto a mí, no quiero ir a trabajar, me da miedo ir a trabajar… Posiblemente estés siendo una víctima de acoso laboral.
La psicóloga Maribel Paz, ubicada en el centro de Madrid puede guiarte a dar los pasos adecuados para salir de la difícil situación en la que te encuentras, ya que está especializada en acoso laboral y mobbing.
Es además, especialista en terapia para la depresión y terapia para la ansiedad o el duelo, entre otros. Además, puedo ayudar a sus pacientes a vivir plena y conscientemente el presente para ayudarte a encontrar tu paz y felicidad interior (mindfulness).
Principales características del acoso laboral
- Gritar, avasallar o insultar a la víctima
- Asignarle objetivos o proyectos con plazos que se saben inalcanzables o imposibles.
- Sobrecargar selectivamente a la víctima.
- Amenazar o coaccionar.
- Quitarle áreas de responsabilidad.
- Modificar sin decir nada al trabajador las atribuciones o responsabilidades..
- Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, a puestos inferiores, rebajarle el sueldo…
- Ignorarle, «hacerle el vacío» o excluirlo
- Retener información crucial para su trabajo o manipularla.
- Difamar a la víctima.
- Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado.
- Bloquear el desarrollo o la carrera profesional.
- Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos a otros.
- Criticar continuamente su trabajo.
- Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo..
- Castigar duramente o impedir cualquier toma de decisión o iniciativa.
- Bloquear administrativamente a la persona.
- Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
- Robar, destruir o sustraer elementos clave para su trabajo.
- Atacar sus convicciones personales, ideología o religión.
- Animar a otros compañeros/jefes a participar en el acoso
- Atentar contra la ergonomía del trabajador o trabajadora.
- Asignarle tareas humillantes, incómodas o desagradables.