Como todo en la vida, ni es negro ni es blanco. Hay tonalidades por el medio. El famoso gris. Por eso cuando me preguntan si vivo mejor siendo autónomo o empleado, pues tengo que decir que 50%. Y es que cada situación laboral tiene sus beneficios pero también sus perjuicios. Os voy a contar mi experiencia personal para que os hagáis una idea. Después de 10 años trabajando en un periódico local, por culpa de la crisis, hicieron un ERE y fui de los ‘afortunados’. Ya se sabe que para que te toque la lotería nunca se es, pero para estas cosas, parece que tengo un don.
Pues bien, con una década de experiencia me vi en la calle y en una profesión que solo hay que ver que es una que cuenta con mayor número de desempleo. Así que tuve que reinventarme. Por supuesto que los primeros meses los dediqué a cobrar el paro, pero no por necesidad, simplemente porque aproveché ese tiempo para actualizarme. Cuando yo salí de la Universidad el periodismo que se hacía era el 1.0, y ahora, está claro que no estoy preparado para todo.
Periodista multimedia
Por eso me preparé con varios cursos de Community Manager y de Marketing On line que me vinieron muy bien para después. Cuando pasaron 6 meses, decidí que ya era el momento de ponerme de nuevo el mono de trabajo. Lo primero que comprobé es que ahora el tema laboral ha cambiado mucho. Las empresas no quieren empleados, sino multimedia. Es decir que hagan de todo y les cueste poco. Además vi que muchas ofertas de Internet apostaban por el Freelance. Así que decidí darme de alta como autónomos y poder trabajar para varias personas o empresas a la vez.
Primero me acogí a la famosa Tarifa Plana del Gobierno de Mariano Rajoy que te permitía estar los primeros seis meses a 50 euros, aunque se pasaron pronto, y tuve que ir poco a poco aumentando la cuota hasta llegar a los casi 270 euros que pago ahora. Pero como os digo esto de ser autónomo tiene sus pros y contras.
Beneficios
Los beneficios están claros que son el tiempo. Es decir, no soy esclavo de una redacción como antes, cuando tenía que estar más de 10 horas metido. Tampoco me sacrifico los fines de semana, que antes era imposible poder quedar con amigos para hacer fiestas o quedadas en casas rurales. Además puedo trabajar con distintas empresas. De esta forma me he podido reinventar y ahora no solo hago de periodista, también he hecho de speaker para carreras de atletismo y ciclismo, he realizado spots publicitarios e incluso llevo las redes sociales de varias empresas.
Bien es cierto que no me puedo quejar de lo que gano. Incluso este verano estreno piscina que he mandado construir en mi casa del pueblo. Llamé a Piscinas DTP y ellos se encargaron de hacerme una gozada, que estoy deseando de estrenar. Pero también es cierto que me cuesta mucho pagar todos los meses la cuota, y cada tres meses hacer la declaración del IVA. Además tampoco tienes pagas extras, y casi no tienes trato con compañeros, porque en mi caso el trabajo lo realizo desde mi casa.
Por eso os digo que a la hora de decidirme por una de las dos, creo que dependiendo de tu edad, tu situación y tu responsabilidad, puedes elegir una u otra. Es, como en la vida, cuestión de gustos y preferencias.