Hace años que me considero una mujer de negocios con demasiada experiencia como para pensar en mí como en una principiante a pesar de que algunos sigan pensando que lo de que una mujer consiga tanto éxito en este tipo de trabajos es algo muy moderno, es por eso por lo que me gusta muchísimo asesorar a jóvenes emprendedoras y no es cuestión de sexismo, sino de rabia contenida.
Mientras que cuando un joven triunfa de golpe en este mundo se le aplaude y venera pensando que ha hecho un trabajo magnífico (que probablemente será así), cuando es una mujer joven la que triunfa se suele pensar, de manera inmediata, que es hija o nieta de alguien y que ha tenido mucha ayuda para conseguirlo, bien sea a modo de asesoramiento o bien sea mediante la consecución de contratos muy beneficiosos gracias al nombre de su familia, y eso me da tanta rabia que, a pesar de que estoy dispuesta a ayudar a todo el mundo, me siento muchísimo mejor ayudando a una mujer que a un hombre. Porque quiero que se les reconozca el mismo mérito y que tengan las mismas posibilidades, así de simple.
Hace unos meses llegó hasta mí una chica de 32 años que llevaba más de 7 luchando por sacar adelante una pequeña empresa de cosméticos. Tenía ya a cuatro trabajadores, dos en cada tienda, pero necesitaba invertir en unas buenas oficinas donde tener, como mínimo, a dos trabajadores más que la ayudaran con la logística y la contabilidad pero no podía permitirse el gasto que algo así supone. Le aconsejé alquilar un espacio privado en este centro de negocios en Barcelona por varios motivos y ahora está encantada, por eso hoy os traigo las ventajas que puede aportar optar por este modelo de trabajo:
- Inmediatez y eficiencia. Hay que tener en cuenta que la limpieza, la preparación de la oficina o de la sala de reuniones e incluso la atención de las llamas es algo que queda en manos del centro de negocios por lo que el ahorro de tiempo es brutal. Podemos llegar por la mañana y ponernos a trabajar inmediatamente sin necesidad de perder tiempo en otros menesteres.
- Ahorro económico. No existe riesgo financiero, ni inversión en instalaciones, equipamientos, contratación de servicios, etc. Todo eso son servicios que pagas ya con el alquiler de la oficina o despacho.
- Los centros de negocio no suelen imponerte un horario así que no hay problema a la hora de quedarse por la noche a trabajar o dejar de trabajar un día que debes estar fuera por cuestiones personales o laborales.
- Gran presencia. Suelen ser edificios corporativos de gran presencia e imagen. Esto dará un gran valor añadido a la imagen corporativa de tu negocio que se verá reflejada en la actitud de tus clientes.
- Es posible que haya gente que tenga facilidad para aparcar pero, por regla general, los trabajadores suelen tener que alquilar plazas de garajes cuando las oficinas están en los centros de las ciudades y en los centros de negocios ese servicio suele ir incluido.
- Electricidad y climatización. Suelen estar centralizadas e incluidas en el precio inicial, por lo que te evitarás dar de alta la electricidad de tu oficina o hacer instalaciones para la climatización. Además te ahorrarás las facturas de electricidad que suponen estos servicios.