¿Sabéis que es lo más normal del mundo? Que en un bajo en una ciudad costera con mucha humedad y lleno de tuberías acaben entrando cucarachas, el problema es que cuando ese bajo es un negocio, la imagen que se proyecta de él deja mucho que desear. No estamos hablando de mala higiene o de que el negocio esté descuidado, sino de que es bastante normal, dadas las circunstancias, pero eso a la imagen le da igual.
¿Conocéis Wash-up, las lavanderías autoservicio? Un conocido ha pensado en utilizar un bajo que heredó el año pasado en Málaga y que tiene completamente vacío para unirse a la franquicia y montar ahí una lavandería autoservicio de la firma. Es una buena idea, el problema es que no quiere invertir lo necesario para que funcione.
Como todos los bajos antiguos y que llevan cerrado muchísimo tiempo, al abrir la persiana descubrieron miles de cucarachas corriendo a esconderse. Han anidado allí durante años y han hecho su casa en ese local así que no va a ser tan fácil echarlas. Lo que este chico pretendía era reformar el local y dejarlo precioso pero sin invertir lo suficiente en una fumigación previa. Si hace eso, en menos de un mes, empezarán a salir cucarachas pro las tuberías y por los escondites más diminutos que nos podamos imaginar y eso, obviamente, no le traerá clientes a su negocio, más bien los ahuyentará. Imaginad a una señora de barrio, sacando su colada de la lavadora, que de pronto mira hacia su derecha y se encuentra a una de esas feas criaturas campando a sus anchas. Probablemente no volverá a pisar ese local y, lo que es aún peor, irá pasando la voz entre sus amistades para que nadie lo pise nunca jamás. El boca a boca puede hacer mucho daño.
No podemos racanear en ciertos aspectos cuando queremos que un negocio funcione, y menos aun cuando ese negocio está empezando y no tiene una clientela más o menos fija. Le dije que no fuera tonto, que contratara los servicios de Control Plag, que sé que son muy buenos, y erradicara la plaga de insectos que había en el local antes de meterse con la reforma. Espero que me haga caso.
Una imagen vale más que mil palabras
Comprendo que los nuevos empresarios tienen que ahorrar, emprender no es barato y daña mucho nuestro bolsillo, pero no podemos ahorrar a costa de dejar algo a medias o inacabado. Una cosa es que decidamos hacer nosotros mismos ciertas labores para ahorrarnos la contratación de un tercero, o que decidamos dejar para más adelante algunas mejoras, pero decidir no hacer una fumigación que hace falta es algo muy serio porque no hablamos de una mejora, es una necesidad.
La imagen es muy importante en cualquier negocio de cualquier sector, es lo primero que entra por los ojos, en base a lo cual las personas decidirán si entra a tu local o se marchan al de la competencia. La mayoría de los usuarios que prueban un negocio nuevo no lo hace en base a una opinión o una referencia previa, lo hace sólo en base a la necesidad de ver “qué tal está”, y si se llevan una mala impresión no regresarán ni recomendarán los servicios de ese nuevo establecimiento a nadie, por eso es tan importante la Imagen.
A veces es mejor tener problemas tras la puerta del almacén, aunque sean muy graves, que tenerlos a la vista del cliente, por pequeños que sean. Os lo aseguro.