Como empresaria no puedo dejar de pensar en nuevos negocios. Empecé en esto de invertir en negocios ajenos y crear los míos propios hace 10 años como algunos ya sabéis y aunque algunos no me han ido del todo bien (suele pasar y hay que estar preparado) ninguno ha sido un desastre que me dejara en la bancarrota y con muchos de ellos he obtenido grandes beneficios.
De un tiempo a esta parte me he dado cuenta de que hay un sector de la población que tiene unos ingresos de clase media que se ha cansado de los típicos restaurantes de tapas y comida rápida, pero obviamente no se pueden meter en un restaurante de 50 euros el menú a no ser que hablemos de una ocasión muy especial. Por eso me estoy planteando en poner en marcha un restaurante de comida gourmet con precios que no superen los 20 o 25 euros por persona y, si funciona, montar una franquicia o una cadena, eso ya se vería.
Ahora bien, lo que no podemos hacer es ofrecer algo como “gourmet” y luego ofrecer la comida de siempre con la calidad de siempre sólo que adornada como si fueran platos de primera, y lo digo porque esto es algo que he visto en más de un sitio.
Los platos
He sacado cuentas y un menú gourmet de una calidad decente se puede ofrecer perfectamente por 20 euros, y si hablamos de algo más exquisito por 25, pero no necesariamente tenemos que hablar de dejarnos medio sueldo en la cena. Por ejemplo, “escargots”, o los típicos caracoles dicho en castellano. Es un plato que no a todo el mundo gusta pero para quien sabe apreciarlos es todo un manjar. Para empezar no podemos servir los típicos caracoles con tomate del pueblo pero sí hacer un plato exquisito a modo de entrante con reducción de vino blanco y cebolla caramelizada. Son ingredientes que no tienen por qué resultar caros y si consigues un buen proveedor puede ser todo un éxito en la carta. En Hélix Santa Ana podemos comprar caracoles vivos, que sería lo ideal, para cocinarlos justo en el momento exacto.
Otra idea que me parece realmente buena: loa pizza. Estamos acostumbrados a pensar en pizza como un plato de comida rápida servido a domicilio o por la calle mientras damos un paseo pero ahora pensemos en una masa fina cubierta de fantástico queso emmenthal, jamón ibérico de bellota y rúcula. Un manjar exquisito para nuestro paladar que puede servirse como segundo en un pequeño trozo sobre un plato ensalsado. Esos í, no podemos cocinarlas como si estuviéramos en la cocina de casa así que debemos contar con buenos hornos que cocinen a la piedra o a la leña. En Lineto encontraremos de todo.
Y por último el toque final, el plato que hará que la carta tenga ese toque especial que huele a glamour, un plato de langostinos exquisitos que no tienen por qué resultar tan caros como el caviar o la gamba roja pero que pueden completar un menú de lujo. Pero volvemos a lo mismo de antes, no podemos poner los típicos comprador en una gran superficie, yo apostaría pos estos langostinos vannamei de Marine Food & Fine Food, que sí que marcan la diferencia.
Estos tres platos pueden componer un menú estupendo por menos 25 euros (bebida y postre aparte claro está) y teniendo en cuenta la creciente tendencia de la clase media de optar, cada día más, por la buena comida creo que podría ser todo un éxito en el sector hostelero. El problema es que a mis ideas les falta chef, y tiene que ser uno muy bueno, que sepa combinar alimentos que no sean demasiado caros para crear auténticos platos de revista.