Ser jefe, y mandar en una empresa no son tareas fáciles. Y es que, ya no nos referimos solo al hecho de tener que tomar decisiones difíciles, dar la cara por la empresa y cosas así, sino por la relación que se forja con los empleados. En muchas ocasiones, hagas lo que hagas ¡caes mal!
Mandar a diario a personas a hacer muchas tareas, tener que echar alguna que otra charla desagradable al empleado que se sale del tiesto y otras muchas situaciones, ponen en entredicho las decisiones y comportamiento de cualquier jefe. La peor de ellas, sin duda, es tener que despedir a trabajadores porque no realizan bien sus labores o porque la empresa se encuentra en situación de crisis y necesita recortar gastos.
¿Quién se pone a comprenderlos? Prácticamente nadie. Pues bien, como ya podemos dar por hecho que los jefes suelen caer mal y que casi nadie es sincero con ellos por miedo, debemos intentar cambiar la actitud hacia los empleados todo lo que podamos para intentar revertir esta primera impresión y ser los mejores. Además, un cambio de actitud puede generar empatía entre los trabajadores y ayudar a mejorar la eficiencia en la empresa.
¿Quieres saber cómo? Quédate a conocer tácticas diferentes que te ayudarán a ser el mejor jefe al que todos comprenden en lugar de estar siempre en el punto de mira.
¡No te lo pierdas!
Ser un jefe diferente es posible: conoce cómo.
El primer paso para caer bien a nuestros trabajadores es no creernos que somos lo que piensan de nosotros. Es importante tener en cuenta las opiniones de aquellas personas que tratan con nosotros a diario, pero en el rol de jefes, solemos ser los malos tal y como hemos mencionado ¡así que mejor quitar hierro al asunto!
Una vez que hayamos comprendido que podemos ser diferentes en la mente de los demás, podemos empezar a adoptar técnicas diferentes; no seamos el típico jefe frío y calculador, pero tampoco seamos el jefe colega que parece que nada le importa.
¿Qué tal si le damos un giro a nuestro modo de actuar? Inspírate en técnicas como las siguientes:
- Fomenta la transparencia y la comunicación abierta.
A los empleados les gusta saber qué está ocurriendo en la empresa, y si su jefe no les cuenta nada, empezarán a correr rumores desagradables sobre multitud de asuntos. Por ello, te recomendamos ser el jefe que se comunique y no tenga secretos con sus empleados.
Puedes programar reuniones semanales, en las que compartas actualizaciones sobre la empresa, los objetivos a corto y largo plazo, y los desafíos que deberán enfrentar.
Asimismo, puedes animar a tus empleados a mantener una comunicación fluida que facilite la interacción y colaboración entre ellos a través de herramientas como Slack o Microsoft Teams.
- Prioriza el desarrollo profesional antes que los resultados.
En la mayoría de trabajos, se priorizan los resultados antes que la salud mental de los empleados o su desarrollo profesional. Esta es una de las principales causas por las que un jefe o gerente puede caer mal ¡ya que no parece tener ninguna empatía por sus trabajadores!
De hecho, muchos jefes deciden despedir a sus empleados cuando ven que no rinden, en lugar de preguntarse por qué ocurre esto. En multitud de casos, los empleados se sienten mal en su puesto de trabajo, incluyendo falta de realización personal, presión e incluso acoso laboral o “mobbing”
Si abordamos los problemas desde cero y mostramos empatía, interés y paciencia por nuestros trabajadores, seremos sin duda el jefe diferente que todos desean. Para ello, puedes ofrecer programas de capacitación y desarrollo adaptados a las necesidades individuales de tus empleados, como cursos online, talleres presenciales o sesiones de coaching.
Asimismo, te animamos a que crees planes de desarrollo personalizados que ayuden a tus empleados a identificar sus metas profesionales y los pasos necesarios para alcanzarlas.
¡Te adorarán!
- Fomenta un ambiente de trabajo inclusivo y diverso.
Por desgracia, la discriminación sigue presente en multitud de empresas. Se discrimina por edad, por género, por sexo e incluso por nacionalidad, y si el jefe lo permite (o peor, es quien lo promueve), éste acabará siendo señalado por toda la empresa hasta que no puedan más.
Para evitar este tipo de situaciones incómodas, te recomendamos ir un paso más allá y mostrar tolerancia desde el primer momento. Implementa políticas y prácticas de contratación que promuevan la diversidad y la igualdad de oportunidades ¡demuestra que todos pueden trabajar en tu empresa, y que no hay favoritismos hacia nadie!
- Incentiva a tus trabajadores con premios y recompensas.
Muchas veces, un sueldo no lo es todo para un trabajador. Las personas necesitamos sentirnos motivadas, y cuando todo se hace monótono perdemos el interés. Además, muchas personas se sienten abrumadas económicamente respecto a sus situaciones personales y necesitan un dinero extra para llegar a fin de mes. Por este motivo, es importante tener motivados a los empleados y a toda la empresa en general ¡incluso a los compradores, como argumentan desde la agencia inmobiliaria VIP HOUSE!
Implementar un programa de ventas por comisión, u ofrecer recompensas mensuales a los vendedores o trabajadores del mes ayudará a mantener la motivación e interés en los trabajadores.
- Fomenta un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
No todo es trabajar. Las personas no somos robots, y por ello a veces nos enfrentamos a situaciones difíciles de manejar en la vida que nos afectan a la hora de rendir en el trabajo. Ante este tipo de situaciones, la figura del jefe es la más importante de todas.
Si eres un jefe poco comprensivo, que sólo vela por el interés de la empresa, acabarás creando un ambiente laboral tenso. En cambio, si decides ser comprensivo y ofrecer soluciones a tus trabajadores (siempre de forma equilibrada y moderada) te tomarán más en cuenta y valorarán tu comprensión, motivándoles a rendir mejor en el trabajo cuando se sientan mejor.
Te aconsejamos ofrecer a tus trabajadores un horario flexible o considerar la posibilidad de trabajar desde casa (teletrabajar) para ayudarles a gestionar sus responsabilidades personales y profesionales. Asimismo, anímalos a descansar durante el día y desconectar fuera del horario laboral; promueve una cultura donde se respeten los límites de tiempo y se evite el envío de correos o mensajes fuera del horario laboral (a menos que sea estrictamente necesario)
- Crea un ambiente de innovación y creatividad en todo momento.
Organiza sesiones de lluvia de ideas con frecuencia, en las que los empleados puedan compartir nuevas ideas y enfoques contigo para agilizar los procesos y resolver los problemas. También te animamos a que introduzcas a tus empleados a experimentar con nuevas tecnologías y enfoques sin miedo al fracaso.
Y, para acabar, te recomendamos una vez más seguir manteniendo motivados a tus empleados; reconoce y premia las ideas creativas y las soluciones innovadoras que contribuyan al éxito de la empresa.