El cambio climático es, hoy, una realidad, y supone una seria amenaza para la Tierra. Sus consecuencias son desastrosas, arruina cosechas enteras, provoca inundaciones y sequías y como ocurre siempre, son las personas desfavorecidas las principales afectadas, lo que contribuye, aún más, a acentuar las diferencias entre las personas. En muchos casos, el cambio climático es una condena a muerte, y siempre supone un riesgo para la salud de las personas, para agricultura y para la biodiversidad del planeta. El ser humano, es el único responsable de este desastre medioambiental, y solo a él corresponde repararlo. En nuestra mano está, pues, la solución. Frenar el cambio climático es una prioridad, por más que se empeñen algunos países en negar su existencia.